Siempre he soñado con organizar una boda así.
En un enclave mágico en el que todo es posible.Y apareció un granero muy especial. Y no dudé ni un segundo.
El tipo de shooting y el estilo ya rondaba mi cabeza, pero El Granero terminó por convencerme.
De mi cabeza surgió, de inmediato, la paleta de colores de la boda.
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